martes, 17 de marzo de 2009

Entrando en materia

Podría llegar aquí y soltar mis cuatro ideas acerca de las redes sociales, adornarlas un poco con vocabulario de ese que queda tan bien, enlazarlas con fuentes de prestigio... y probablemente, tanto por mi inexperiencia como por la que supongo será una falta de interés general, ni vosotros terminaríais de leer la entrada, ni yo seguiría viva después de intentar escribirla. Así que no, no va a ser así. Respiremos hondo, dejemos resbalar nuestras espaldas en las sillas y recordemos que no estamos aquí para hablar de filosofía, ni de metacomunicación. Recordemos, a fin de cuentas, que "tan sólo" estamos hablando de Tuenti.
Así que imaginemos. Venga. Sólo eso.

Imaginemos, por ejemplo, un grupo de jóvenes. No hace falta que nos remontemos a imaginarlos de juerga, ni de botellón, ni en situaciones comprometidas. Pongamos que están tomándose una inocente coca-cola a la salida de la facultad, tumbados en la hierba. Están hablando tranquilamente y, como está ahora tan de moda, alguien saca su cámara y hace una foto. Tres horas mas tarde, cuando el sujeto en cuestión ha llegado a su casa, la foto está en la red. Automáticamente, él, sus amigos, y los amigos de sus amigos, pueden ver la foto. Además, pueden comentarla, descargársela y, por si fuera poco, sus derechos pasan a pertenecer a Tuenti.

No parece importarles. La mayoría ni siquiera son conscientes. No se ponen en la situación -¿para qué?- de qué ocurriría si uno de ellos supusiera de repente un interés para la prensa y decidieran buscar sus fotografías (y, quizás, enfocada de una determinada manera, esa foto de la coca-cola ya no resulta tan inocente. No digamos ya cuando el fotografiado se encuentre en una discoteca).

Os pido que hagamos una pequeña pausa, llegados a este punto. Que nos enderecemos un poquito en nuestros asientos, ahora que entramos en tema. Bien, vale. Claro, es que si tocamos el tema de los derechos de imagen, la cosa empieza a ponerse un poco tensa. Ya no parece que hablar de redes sociales sea tan tonto, y ya que estamos aquí... incluso nos podemos poner un poco serios. De hecho (y no con esto digo que tenga nada innovador que contaros a todos, que seréis probablemente tan expertos en Tuenti como yo), he estado buscando por Internet más cosas sobre las redes sociales, en busca, supongo, de "eso que no nos cuentan".

Pues bien, he encontrado una noticia muy reciente donde se dicen cosas realmente curiosas. Hay un dato paradójico, como el hecho de que más de la mitad de los internautas pertenecen a alguna de las dos redes líderes (Tuenti o Facebook), a la vez que se cita que el 46% de la población española no se fía de la seguridad de sus datos en Internet. ¿Qué debemos concluír de todo esto? ¿Que la gente no es consciente de la vulnerabilidad de su privacidad con el simple hecho de colgar una fotografía? Tal vez sí. Tal vez ese sea el problema.

Puede que hayamos aprendido que Internet es peligroso y que quizás no deberíamos dejar nuestro número de tarjeta allá donde nos topamos con los cursores; lo que nos falta ahora es saber que no hace falta recurrir a un caso tan extremo para que nuestra vida privada se vea amenazada. Las redes sociales son una herramienta tan novedosa que aún no podemos hablar de una teoría al respecto que nos mostrase sus consecuencias. Pero si hay algo en claro es que éstas existen y pueden ser muy peligrosas si no se utilizan con responsabilidad.

Pero, eh, ésta es sólo la primera entrada. Ya está. No quiero ni voy a ennumerar los peligros que puede tener Tuenti, ni Facebook, ni Hi5, ni pretendo crear una campaña que vaya a satanizarlos. No. Esto no era más que una toma de contacto, así, con cuidado de no quemarse.

Ya podéis volver a despatarraros en vuestros asientos, respirar hondo y recordar que, ante todo, sólo estábamos hablando de Tuenti. Además, seguro que en lo que os ha costado leer esta parrafada ha aumentado vuestro número de visitas... Venga. No os cortéis. ¿Aún seguís aquí?
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Fotografía tomada de: http://www.internetworks.co.cr

5 comentarios:

  1. Muy buena la actualización, un poco larga pero soportable jajaja..sabes que me ha encantado como todo lo que escribes.

    mmm..Felicidades!! (lo siento la prática me obliga a hacerlo)

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  2. Le devuelvo la visita... y sí, aún seguimos aquí.

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  3. ...Sigo aquí. Me ha gustado mucho, clara y sincera =)se te da bien esto de escribir... ahora te doy la enhorabuena cuando suba...jaja

    un besitoo

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  4. GRANDEEE!!!! Felicidades! No pierdas tu gran facilidad de escribir. Demuestra con tu blog lo que vales!Te quiero

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  5. Tercer intento de publicar comentario. Los humanos, supongo que como otras especies, tenemos desde siempre la necesidad de pertenecer a un grupo, de sentirnos parte de algo. Comenzamos por los grupos de cazadores-recolectores y seguimos por la comunidad de vecinos, el club de tenis o la asociación de padres. En días como estos en los que el tiempo va tan escaso, te juzgan por lo que tienes y no por lo que eres ...las redes sociales se convierten en la puerta abierta a ese espacio anónimo que puede satisfacer esta necesidad. Si además añadimos que nadie nos pide el carnet, la cosa aún resulta más fácil. Si no nos gustamos o pensamos que no vamos a gustar, nos inventamos un perfil. El problema es ese. Si admitimos que buena parte de los miembros del grupo son "virtuales" ¿de qué nos sirve "realmente"?

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